Las centrales convocantes de la huelga general del 27 de enero han hecho público un comunicado en el que denuncian la actuación de la Ertzaintza, que "en nigún momento actuó en defensa de la ciudadanía", sino que "fue un continuo contrapiquete".
Han denunciado especialmente la actitud "provocadora, desproporcionada y violenta" de los ertzainas en un centro comercial "con el único y claro objetivo de despejar la zona antes de las diez de la mañana, hora de apertura del centro", y también han criticado la actuación "poco profesional, negligente y delictiva de los mandos y las dotaciones policiales que cargaron de manera indiscriminada contra una manifestación de 20.000 personas, con presencia de mujeres, personas de edada e incluso niños", a mediodía en Gasteiz.
Los sindicatos han incidido en que "personas que estaban ejerciendo su derecho a manifestación de manera pacífica fueron golpeadas, empujadas, amenazadas y debieron salir corriendo para huir de la brutalidad policial".
Esa actuación, según han señalado, generó momentos de "gran tensión y pánico" entre la población, por lo que han exigido a Rodolfo Ares que "se depuren responsabilidades" y, sobre todo, que se modifiquen criterios de actuación de cara al futuro.
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